Once


ONCE


“Once o la historia de un amor por la música”.



Lo que uno se encuentra cuando ve esta película del irlandés John Carney, es una historia de amor sencillo, con un gusto irlandés que se pega a los oídos. La estética callejera es entrañable.


Ella una vendedora ambulante checa, madre, enamorada y rendida. Él, un irlandés con un sueño y el corazón roto. Y el hilo conductor es la magia de la casualidad del gusto por la música. Carney quiso hacer un nuevo musical y lo consiguió con creces: temas como “If you want me” o “ Falling Slowly” son de una pureza tal que el espectador se queda orejiabierto…
Hay amor del de verdad, pero el moralismo irlandés nos lleva a un final sin perdices en el que triunfa lo correcto por encima de la sensualidad o incluso del amor. Cuando se acaba el objetivo musical : tu pones la letra y la guitarra y yo pongo la voz, se acaba el romance.


“ De nuevo”, el amor puede nacer cuando menos te lo esperas, en cualquier parte; y florecer en una tienda de música añeja. Supongo que mi elección de comentar hoy “ Once” no es casual…


Dos actores casi desconocidos y brillantes protagonizan esta dulce historia y discreta no tanto por el resultado como por su naturaleza.

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