El secreto de sus ojos


El secreto de sus ojos o el sentimiento de pérdida.




Juan José Campanella es el Gran chef una vez más. Los ingredientes los habituales: risa y llanto en uno, romanticismo, búsqueda incesante del sentimiento inalcanzado, unos actores magníficos y un sombrío panorama social, solamente sugerido.


La historia se alterna entre los años 70 y la actualidad. Benjamín Espóxito (Ricardo Darín) se acaba de jubilar y desea escribir una novela sobre un caso que transcurrió en 1974 y que nunca pudo borrar de su memoria. Se trata del asesinato de una hermosa joven que investigó junto a su equipo del Juzgado Penal. Su relación con su jefa, Irene ( Soledad Villamíl ) y la resolución del homicidio aún remueven su conciencia, casi 25 años después.


La delicadeza exquisita con la que está tratada la historia; drama y comedia, las miradas que hablan por si sólas mucho antes que los labios, el papel magistral de Pablo, el compañero y amigo de Benjamín hacen de la cinta una obra maestra.


La mirada es una de las protagonistas de la película ( por ello el título). La mirada del asesino le delata en unas fotos y Expósito sabe mucho de eso, vive enamorado de Irene y el juego de miradas entre ellos es lo único real de su relacion durante más de 25 años, algo con lo que se conforman.

El punto cómico lo trae de la mano Guillermo Francella con una interpretación maravillosa y un guión que te hace saltar de risa en la butaca. De su mano llega también el asesino y en sus manos acaba sellando una amistad que parece dudosa pero sin duda resulta. De sus reflexiones sacamos la lección de que todo el mundo tiene una pasión que le hace volver en algún momento a su ser.

Morales, el marido de la víctima, culmina la historia con una dosis de moralidad que casi aterra cuando ya le habíamos perdonado su delirio. Cuando Benjamín le habla del amor de éste a su esposa a Irene, ella reafirma el suyo hacia su compañero.


Las vías del tren son una vez más el lugar donde se desnudan las almas: la los protagonistas y las de las víctimas.


B. Expósito teme perder del todo la esperanza de conseguir su amor y entre " temo" y " te amo" se debate el final.

Deseando amar

http://www.youtube.com/watch?v=Pa0JAvjx05c


“In the Mood for Love” o la historia más triste del mundo.
Parece que hasta el título en VO suena mejor. Wong Kar- Wai nos sorprende después de “ Días Salvajes “ o “ Felices juntos”, con esta película que trata de la desdicha; la casualidad ( maldita en este caso), el deseo contenido, y sobre todo la amistad.
La belleza y la perfección formal llegan a límites insospechados al principio de la película.
La historia se desarrolla en el Hong- Kong de los años sesenta: una pareja se muda a vivir en una comunidad donde viven, entre otros, otra pareja con la cual se establecen una serie de relaciones que desarrollan el drama.
Li-Zhen, ella, y Chow, él, se conocen en el pasillo un día. Ella sufre la soledad de un marido que viaja sin cesar. Él lo mismo. Este motivo les lleva a una amistad que se va haciendo cada vez más necesaria, sobre todo cuando descubren que sus respectivas parejas tienen una aventura amorosa.
El film está lleno de desencuentros y pasión no consumada e infidelidades. La idea de una relación algo más profunda entre ellos nos lleva a la confusión ya que la pareja juega a ser la pareja que engaña, haciendo indirectamente los cuatro papeles.
Curioso es ver cómo tanto uno como otro intentan persuadirse para que no dejen a su pareja. Kar- Wai parace querer volvernos locos cuando se tocan pero no se aman, cuando sem despiden cada vez como si fuera para siempre y siempre hay otra ocasión y otra.
Las escenas se repiten una y otra vez y la complicidad cada vez es mayor hasta que Chow decide irse. Es la historia más triste y bella del mundo.
Las claves son los silencios, la belleza de las imágenes, de las siluetas, las calles, la noche y sobre todo ella: su vestuario, su forma de caminar y la sensualidad de su atormentada expresión. La música más que protagonista ( Michael Galasso) es de una belleza singular.



La historia es en realidad muy sencilla y dice más por lo que calla que por lo que narra.