El secreto de sus ojos
Deseando amar
http://www.youtube.com/watch?v=Pa0JAvjx05c
Parece que hasta el título en VO suena mejor. Wong Kar- Wai nos sorprende después de “ Días Salvajes “ o “ Felices juntos”, con esta película que trata de la desdicha; la casualidad ( maldita en este caso), el deseo contenido, y sobre todo la amistad.
La belleza y la perfección formal llegan a límites insospechados al principio de la película.
La historia se desarrolla en el Hong- Kong de los años sesenta: una pareja se muda a vivir en una comunidad donde viven, entre otros, otra pareja con la cual se establecen una serie de relaciones que desarrollan el drama.
Li-Zhen, ella, y Chow, él, se conocen en el pasillo un día. Ella sufre la soledad de un marido que viaja sin cesar. Él lo mismo. Este motivo les lleva a una amistad que se va haciendo cada vez más necesaria, sobre todo cuando descubren que sus respectivas parejas tienen una aventura amorosa.
El film está lleno de desencuentros y pasión no consumada e infidelidades. La idea de una relación algo más profunda entre ellos nos lleva a la confusión ya que la pareja juega a ser la pareja que engaña, haciendo indirectamente los cuatro papeles.
Curioso es ver cómo tanto uno como otro intentan persuadirse para que no dejen a su pareja. Kar- Wai parace querer volvernos locos cuando se tocan pero no se aman, cuando sem despiden cada vez como si fuera para siempre y siempre hay otra ocasión y otra.
Las escenas se repiten una y otra vez y la complicidad cada vez es mayor hasta que Chow decide irse. Es la historia más triste y bella del mundo.
Las claves son los silencios, la belleza de las imágenes, de las siluetas, las calles, la noche y sobre todo ella: su vestuario, su forma de caminar y la sensualidad de su atormentada expresión. La música más que protagonista ( Michael Galasso) es de una belleza singular.
La historia es en realidad muy sencilla y dice más por lo que calla que por lo que narra.
Música de luto
Es triste una tarde de domingo sin música...es triste no saber, querer, o peor poder, compartirla con nadie. A veces es como comer cerdo agridulce: un olor a carne desconocida y un sabor dulce. A veces es como comer cerdo agridulce: un pegote...
En cualquier caso ocurre que durante días he querido escribir en este espacio algo sobre un artista que marcó mucho mi adolescencia, al que siempre he respetado a pesar de las críticas y que murió el mes pasado : Michael Jackson. Pero ahora me ocurre que se está hablando tanto, se están diciendo tantas cosas algunas mentiras otras serán ciertas o vete tú a saber, que no me han quedado muchas ganas de añadir o comentar nada...
Tampoco puedo dejar pasar este lugar y el momento que es, para decir lo mucho que me dolió la pérdida, no de la persona en la que se convirtió, si no del gran artista, compositor, bailarín, coreográfo, MÚSICO!
Seguro que si busco un poco aparece por ahí alguno de los pósters que decoraban mi habitación con su imagen...
El caso: se nos ha ido, a mí y a los miles de fans que le seguíamos.
Algunas de sus canciones siguen acompañándome en las tardes de domingo, las que comparto, y las otras...http://www.youtube.com/watch?v=Q6bARIaMhCM
http://www.youtube.com/watch?v=ex30DYwQlHU, uno de los mejores videos musicales que hizo, que se han hecho.
http://www.youtube.com/watch?v=En-cHBv7UpA, la que más me gusta, sin duda!
Lucía y el Sexo
Lucía: apasionada, inconsciente, espontánea, arriesgada, firme…
Lorenzo: caliente, como el Sol; bohemio, traidor, oscuro y confundido. Padre.
Luna: su hija
Helena: el pasado, la pasión, el hada del cuento, música. Madre.
La Isla: el calor, el dorado, la arena, el mar, la búsqueda, el reencuentro, purgatorio.
Lucía se enamora a la usanza del Medievo: de oídas…de Lorenzo. Todo funciona hasta que aparece Luna y su niñera. Final funesto con perro, que lleva a Lorenzo a un lado de perdición, sueños y erotismo donde realidad y ficción se mezclan sin cesar confundiendo al espectador. Un cuento, el reencuentro en una isla dorada por el Sol. Casualidades al estilo Medem, filtros y un gusto exquisito por la estética.
Momentos que no hay que pasar por alto: la declaración de Lucía a Lorenzo al principio de la cinta;
http://www.youtube.com/watch?v=LKPu2SWVr-c
Sin City
Once
“Once o la historia de un amor por la música”.
Lo que uno se encuentra cuando ve esta película del irlandés John Carney, es una historia de amor sencillo, con un gusto irlandés que se pega a los oídos. La estética callejera es entrañable.
Hay amor del de verdad, pero el moralismo irlandés nos lleva a un final sin perdices en el que triunfa lo correcto por encima de la sensualidad o incluso del amor. Cuando se acaba el objetivo musical : tu pones la letra y la guitarra y yo pongo la voz, se acaba el romance.
“ De nuevo”, el amor puede nacer cuando menos te lo esperas, en cualquier parte; y florecer en una tienda de música añeja. Supongo que mi elección de comentar hoy “ Once” no es casual…
Dos actores casi desconocidos y brillantes protagonizan esta dulce historia y discreta no tanto por el resultado como por su naturaleza.
Mientras por competir
LUIS DE GÓNGORA
Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;
mientras a cada labio, por cogello.
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello:
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o vïola troncada se vuelva,
mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Este soneto de Góngora es el primero que tuve que comentar en clase en primero de carrera. No se me olvidará jamás: posiblemente tenía delante a uno de los mejores profesores que tuve en todos mis años de facultad, Álvaro Alonso. Su pasión por la literatural medieval era contagiosa, hablaba de princesas de cara lángida y amores de oidas, y hacía que una quisiera parecerse a ellas. O alzaba sus manos como un caballero de letras y armas y una deseaba ser uno...
El tema del " carpe diem" en este poema, el énfasis puesto en lo perecedero de la vida, la belleza, etc, es lo que me trae a ponerlo aquí a modo de recordatorio. Quizás en con la intención de una clara actitud renovadora por mi parte, y pleno convencimiento de que la vida, son dos días, para lo cual habría que dejar de lado el cierto tono barroco que se dislumbra en algunos versos.